INTUBACIÓN NASAL

El tubo endotraqueal se avanza a través de la nariz y nasofaringe hasta la orofaringe antes de realizar la laringoscopia. Se selecciona la narina a través de la cual el paciente respira mejor, aunque no está demostrado que esto facilite significativamente la intubación. La aplicación nasal de oximetazolina o fenilefrina produce vasoconstricción de los vasos ( plexo de Kiesselbach) y retrae la mucosa. La elección de un tubo de diámetro más bien pequeño (<7,5) también limita el riesgo de sangrado.
Se introduce el tubo lubricado a lo largo de la fosa nasal, por debajo del cornete inferior, con un ángulo perpendicular a la cara. El bisel del tubo debe orientarse hacia los cornetes para evitar el enganche de la punta del TET que queda enfrentado al tabique nasal; de esta manera cuando utilizamos la narina derecha introducimos el TET con su curvatura al revés, y al utilizar la narina izquierda introducimos el TET con su curvatura natural.
La sonda se avanza hasta la orofaringe. A continuación se realiza la laringoscopia. A veces se puede avanzar el tubo hacia la tráquea sin dificultad mediante rotación antihoraria, pero generalmente se facilita el paso a través de las cuerdas con las pinzas de Magill, evitando dañar el manguito. De esta forma se supera el ángulo entre la laringe y la tráquea, que hace que el tubo tienda a chocar con la pared anterior de la tráquea.

La intubación nasal a ciegas estaría sólo justificada en vía aérea difícil en ausencia de fibrobroncoscopio. Se debe realizar sin perder la ventilación espontánea. La conexión del capnógrafo en el extremo proximal del tubo orienta sobre la correcta dirección. El tubo se avanza durante las inspiraciones. El cese de la respiración y la tos alertan de la cercanía de la laringe. La extensión de la cabeza, la presión cricoidea e inflar el manguito en la hipofaringe pueden facilitar la intubación.
La intubación nasal estaría contraindicada en traumatismos del macizo facial por el riesgo de colocación intracraneal.

Presentamos un videopodcast que muestra la técnica de intubación nasal convencional con laringoscopio, así como ciertas ayudas que pueden hacer la maniobra menos lesiva, o más facil (ayudados por guía FROVA). Para finalizar se enumeran las ventajas e inconvenientes derivadas del acceso nasal.

Dr. Sergio García
Anestesiología y Reanimación
Hospital Universitario 12 de Octubre